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Estructura Del Mesencefalo Pdf Free ##VERIFIED##


El mesencéfalo es la porción más corta del tronco encefálico. Sin embargo, contiene muchas estructuras importantes que lo hacen una parte fundamental para el correcto funcionamiento del organismo:




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El tegmento del mesencéfalo también conocido como área pretectal es la porción central del mesencéfalo. Contiene los núcleos reticulares y los núcleos de los pares craneales, así como varias vías neuronales. Estas estructuras se extienden en varios niveles del mesencéfalo. Por esta razón, vamos a analizar su anatomía y ubicación.


Como hemos podido ver en este artículo, el mesencéfalo contiene varias estructuras de importancia que facilitan nuestro funcionamiento diario. Revisemos rápidamente las principales funciones de esta estructura tan crucial:


Hemos creado un atlas cerebral que es una herramienta interactiva para estudiar la anatomía convencional del encéfalo normal, basado en un examen mediante imágenes de resonancia magnética del cerebro axial. Las estructuras anatómicas y las áreas concretas son visibles como imágenes interactivas etiquetadas.


El prosencéfalo (también conocido como "cerebro anterior") es la parte más voluminosa y compleja del cerebro. Está formado por el telencéfalo, el área con todos los pliegues y surcos que se suele ver en las ilustraciones del cerebro, así como por otras estructuras que hay debajo de él.


A la hora de seleccionar la vía de abordaje es de vital importancia evaluar el riesgo de morbilidad asociada que este conlleva. Los accesos a la cisterna ambiens por abordajes supratentoriales implican atravesar estructuras corticales y subcorticales, o retracción del lóbulo temporal. Las lesiones quirúrgicas del fascículo uncinado, el haz occipitofrontal y la comisura anterior en el abordaje transinsular transcoroideo pueden resultar en alteraciones de las funciones visuales, verbales y del aprendizaje; asi mismo la lesión de las radiaciones ópticas que cursan adyacente a la pared antero lateral del asta temporal del ventrículo lateral durante el abordaje transtemporal trasncoroideo puede resultar en una cuadrantopsia homónima superior. El largo periodo de retracción cerebral durante el abordaje pretemporal transilviano y el subtemporal pueden generar infartos venosos o hematomas contusivos, todas complicaciones inaceptables y que obscurecen el resultado postoperatorio.[3,7,13]


En nuestro trabajo hacemos referencia a la patología tumoral localizada a nivel de la cisterna ambiens, la cual, a diferencia de la patología vascular, nos presenta el desafío de una anatomía distorsionada por cambios en la conformación de las estructuras neurovasculares adyacentes ya sea por el tamaño, la invasión o el edema perilesional que generan estos.


De esta manera podemos definir que las lesiones tumorales que se encuentran ocupando principalmente la porción infratentorial de la cisterna ambiens, donde no se requiere un control vascular proximal estricto, pueden ser resecadas por un abordaje SRSI, con el paciente en posición semisentado, con una craniectomía/craneotomía amplia exponiendo el seno transverso con drenaje de liquido cefalorraquídeo y aprovechando el efecto de masa que ejerce la lesión tumoral al brindar un mayor espacio para el trabajo por el desplazamiento de estructuras adyacentes.


El abordaje supracerebeloso infratentorial fue descripto por Horsley y Krause, popularizado por Stein para tratar tumores de la región pineal, y posteriormente se desarrollaron variantes con el propósito de exponer lesiones más laterales de la región posterior del tronco a nivel de la incisura tentorial, el paramediano por Yasargil y el extremo lateral descripto por Van den Bergh y Vishteh. Su elección dependerá de la localización, tamaño y extensión de la patología a tratar, también de su densidad sólida o quística y del desplazamiento de las estructuras vasculares, particularmente de la venas profundas, tal cual lo señalan los autores.


Este acceso nos permite una orientación rápida y como se menciona en el trabajo evita violaciones del parénquima y retracciones, siendo fundamental seccionar las fuertes bridas aracnoidales de la cara súpero externa del cerebelo, hay una descripción detallada de esta maniobra en Microsurgery of the Brain 2, W. Seeger pag. 572-576: incision of Arachnoidea between Tentorium edge and Culmen. Sin embargo, requiere un correcto posicionamiento del microscopio y el campo de visión puede estrecharse si el ángulo tentorial, que presenta variaciones individuales, no es adecuado haciendo necesario la exposición y tracción del seno transverso, tal cual lo describen los autores; personalmente evalúo la dirección de la tienda previamente en un corte sagital de resonancia, al igual que el desplazamiento de las estructuras venosas.


Se realizó un análisis retrospectivo de una cohorte de 13 pacientes adultos portadores de lesiones estructurales del tronco cerebral. Nueve se consideraron no pasibles de biopsia estereotáctica por tratarse lesiones con sangrado y/o localización bulbar, y recibieron microcirugía. Las edades oscilaron entre 27 y 66 años de edad. Las localizaciones fueron: mesencéfalo 4; protuberancia 2, bulbo raquídeo 3. Las lesiones clasificadas de acuerdo a Guillamo fueron: tipo II focal (7 casos); tipo III tectal (1 caso) y tipo IV exofítica (1 caso) [ Tabla 1 ].


En el caso de abordaje mediante microcirugía es donde podemos decir que el reconocimiento anatómico intraoperatorio de las ZES es crucial, sumado al respaldo funcional del monitoreo neurofisiológico intraoperatorio.[ 10 , 17 ] La estrategia quirúrgica debe estar enfocada en atravesar la menor cantidad posible de tejido normal con el propósito de preservar las estructuras neurales críticas.[ 1 - 4 , 6 , 8 , 12 , 13 , 15 , 20 ] En nuestros pacientes, los procedimientos pudieron realizarse sin dificultades técnicas. Sin embargo, nos parece que el término ZES no debería ser utilizado en forma literal, como si se tratase de vías de entrada completamente seguras, sino más bien subrayar que el concepto representa a las zonas a través de las cuales se puede acceder a las lesiones intrínsecas del tronco cerebral con la menor morbilidad posible.


La amplia variedad de hallazgos patológicos en el tronco cerebral de pacientes adultos, permite concluir que la precisa definición histopatológica no sólo determina la terapéutica adecuada, sino que también advierte sobre las consecuencias deletéreas, en ocasiones catastróficas, de los tratamientos empíricos. En este contexto, las llamadas ZES ofrecen un acceso factible a las lesiones estructurales del tronco cerebral.


La neurociencia afectiva examina cómo el cerebro crea respuestas emocionales. Las emociones son fenómenos psicológicos que involucran cambios en el cuerpo (p. ej., expresión facial), cambios en la actividad del sistema nervioso autónomo, estados sensoriales (respuestas subjetivas) e instos a actuar de maneras específicas (motivaciones; Izard, 2010). La neurociencia afectiva tiene como objetivo comprender cómo la materia (estructuras cerebrales y sustancias químicas) crea uno de los aspectos más fascinantes de la mente, las emociones. La neurociencia afectiva utiliza medidas imparciales y observables que proporcionan evidencia creíble a otras ciencias y laicos sobre la importancia de las emociones. También conduce a tratamientos de base biológica para trastornos afectivos (p. ej., depresión).


En todas las especies, las respuestas emocionales se organizan en torno a la supervivencia y las necesidades reproductivas del organismo. Las emociones influyen en la percepción, la cognición y el comportamiento para ayudar a los organismos a sobrevivir y prosperar (Farb, Chapman y Anderson, 2013). Las redes de estructuras en el cerebro responden a diferentes necesidades, con cierta superposición entre diferentes emociones. Las emociones específicas no se localizan en una sola estructura del cerebro. En cambio, las respuestas emocionales implican redes de activación, con muchas partes del cerebro activadas durante cualquier proceso emocional. De hecho, los circuitos cerebrales involucrados en las reacciones emocionales incluyen casi todo el cerebro (Berridge & Kringelbach, 2013). Los circuitos cerebrales ubicados en lo profundo del cerebro por debajo de la corteza cerebral son los principales responsables de generar emociones básicas (Berridge & Kringelbach, 2013; Panksepp & Biven, 2012). En el pasado, la atención de la investigación se centró en estructuras cerebrales específicas que se revisarán aquí, pero investigaciones futuras pueden encontrar que áreas adicionales del cerebro también son importantes en estos procesos.


Mucha evidencia de las estructuras involucradas en este sistema proviene de la investigación animal usando estimulación cerebral directa. Cuando se implanta un electrodo en el hipotálamo lateral o en regiones corticales o mesencefálicas a las que está conectado el hipotálamo, los animales presionarán una palanca para entregar estimulación eléctrica, sugiriendo que encuentran placentera la estimulación. Las regiones en el sistema de deseo también incluyen la amígdala, el núcleo accumbens y la corteza frontal (Panksepp & Biven, 2012). El neurotransmisor dopamina, producido en los circuitos mesolímbico y mesocortical de dopamina, activa estas regiones. Crea una sensación de emoción, sentido y anticipación. Estas estructuras también son sensibles a drogas como la cocaína y las anfetaminas, sustancias químicas que tienen efectos similares a la dopamina (Panksepp & Biven, 2012).


El miedo es una emoción desagradable que motiva a evitar situaciones potencialmente dañinas. La ligera estimulación de las áreas relacionadas con el miedo en el cerebro hace que los animales se congelen, mientras que la estimulación intensa hace que huyan. El circuito del miedo se extiende desde la amígdala central hasta el gris periacueductal en el mesencéfalo. Estas estructuras son sensibles al glutamato, factor liberador de corticotrofina, hormona adreno-cortico-trófica, colecistoquinina y varios neuropéptidos diferentes. Las benzodiazepinas y otros tranquilizantes inhiben la activación en estas áreas (Panksepp & Biven, 2012). 350c69d7ab


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